Luis Echeverría murió en aniversario del golpe a Excélsior; esta es la historia de censura

El sexenio de Luis Echeverría se caracterizó por el ataque a los derechos humanos y de libertad de expresión, especialmente en contra del diario Excélsior

Desde 1972 hasta 1976, el expresidente Luis Echeverría Álvarez, fallecido este 8 de julio, saboteó las operaciones del periódico Excélsior, dirigido entonces por Julio Scherer, quien precisamente un 8 de julio pero de 1976, terminó dejando la directiva del diario junto a su equipo.

Excélsior se convirtió en un objetivo de Echeverría después de que mantuvieran una línea crítica en contra de su gobierno, caracterizado por la represión y matanza de estudiantes así como la desaparición forzada de la llamada Guerra Sucia.

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Una estrategia para censurar la libertad de expresión de este medio fue puesta en marcha desde la presidencia de la República.

Desde provocar que empresarios dejaran de comprar publicidad en el periódico e infiltrarse en la cooperativa, fueron algunas de las artimañas de las que se valió el gobierno de Echeverría para terminar con la dirección de Scherer.

Crisis de Excélsior, un golpe de Echeverría a la libertad de expresión

Después de que Julio Scherer García asumiera la dirección de la cooperativa Excélsior, en agosto de 1963. Tras mantenerse crítico durante la represión y matanza de estudiantes en 1968, el periódico encaró el cambio de presidente en 1970.

Secretamente, Echeverría impulsó a un grupo enemigo, que gustaba de que todo se mantuviera como estaba hasta ese momento, para tomar control de la cooperativa y expulsar a quienes le incomodaban.

Para lograr su objetivo, el expresidente se apoyó en quien encabezaba al consejo directivo, Regino Díaz Arredondo, y éste logró dar un golpe interno.

Durante la madrugada del 8 de julio de 1976, cuando el periódico estaba a punto de imprimirse, decenas de trabajadores ingresaron, encabezados por Díaz Arredondo, y tomaron las instalaciones.

Poco después, una fingida asamblea expulsó de la dirección a Scherer y a sus colaboradores más cercanos, Miguel Ángel Granados Chapa, Hero Rodríguez Toro, entre otros.

Aunque intentaron resistir el embate, Scherer y su grupo fueron advertidos de que su permanencia en el periódico tendría “fatídicas consecuencias” y les dieron 15 minutos para irse.

Meses después, todos aquellos periodistas silenciados crearon el semanario Proceso.

De acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), “el 8 de julio de 1976 marcó una línea divisoria en el quehacer periodístico y sus protagonistas, en sus móviles y principios”.

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