Marisol Lorenzo: La lucha de una madre

Después de dos meses de no ver a su hija de cinco años y demandar por violencia familiar para tenerla de vuelta, Marisol Lorenzo busca que un fallo legal le permita recuperarla de manos de su expareja
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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Hace seis años la vida de Marisol Lorenzo parecía estable. Tenía una pareja, el apoyo de su familia, y estaba esperando a su primera hija, Zahra. Sin embargo, con el tiempo todo ese escenario se derrumbó.

Hoy en día, desde Guadalajara, Jalisco, Marisol lucha por la custodia de su hija, una niña de cinco años que no ve desde hace dos meses porque le fue arrebatada por su expareja, un hombre que le impide tener cualquier contacto con ella.

De acuerdo con Marisol, Zahra fue trasladada al Estado de México por su padre luego de que éste le pidiera verla mientras ella estaba trabajando. Como la relación entre ambos hasta ese momento era cordial tras su separación, podía convivir con ella sin restricciones.

Sin embargo, al comunicarse con él, se enteró que su expareja se había llevado a su hija sin autorización. Ahí, la pesadilla de Marisol, de 34 años, comenzó.

Acto seguido, Lorenzo demandó a su expareja por violencia familiar y solicitó medidas de protección entre las que se encuentran que el demandado no puede acercarse a menos de 500 metros de los lugares que constantemente frecuentaba la niña, al trabajo de Marisol ni a la casa de sus exsuegros.

Además, Marisol solicitó la guardia y custodia provisional y en su momento definitiva de Zahra, esto “de forma urgente por el temor fundado en líneas anteriores, ya que el padre de mi menor la está afectando psicológicamente y psicoemocionalmente”, señala el documento legal.

Ante esta demanda, Marisol y su abogado recibieron respuesta el pasado 29 de enero por parte del Juzgado Séptimo Familiar de Cuautitlán (C. Izcalli) con número de expediente 4/2021, a fin de dar visita a la parte demandada para que se pronuncie al respecto.

Según cuenta Lorenzo, dicha visita se dio el pasado 8 de febrero; sin embargo, su expareja en ningún momento abrió la puerta de su casa, aun cuando los vecinos corroboraron que él estaba viviendo en esa ubicación.

Hasta el momento, Marisol no ha recibido noticias de su hija, pues el padre de la niña sólo la contacta para solicitarle apoyo económico, luego de que él tramitara una demanda alimenticia en su contra.

“Te juro que a mí me parte el alma saber que mi hija esté viviendo en esas condiciones. El señor no es capaz de cuidarla bien. El día que fui a verla (el pasado 24 de diciembre) a él se le escapó decir que hay días en que él se va a trabajar y deja a la niña sola”, cuenta Marisol.

Para ella, lo mejor que podría pasarle ahora, al ver la lentitud de su caso, es que un juez le autorice ir por su hija con ayuda de la fuerza pública, ya que no le interesa ningún apoyo de su padre ni económico ni moral.

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