La defensa legal de Joaquín Guzmán Loera propinó el primer revés a la Corte del Distrito Este de Nueva York, al lograr que el juez superior Roanne L. Mann ordenara al juez de distrito Brian M. Cogan “que el acusado mantenga visitas de contacto con sus abogados tan pronto como sea razonable”.
El primer round en el juicio que enfrenta “El Chapo” Guzmán en Estados Unidos se lo atribuyó el abogado Eduardo Balarezo, luego de argumentar razonablemente la imposibilidad de llevar a cabo una debida defensa de su cliente en las condiciones actuales de aislamiento en que se le mantiene al ex jefe del Cartel de Sinaloa.
Hasta hoy, el juez Brian M. Cogan había aceptado la petición de la fiscalía de Estados Unidos, la que argumentó que ante el historial de fugas de “El Chapo” se le debía mantener en restricción las visitas, incluidas las de su equipo de defensa, por lo que los contactos defensa-cliente se llevaban a cabo a través de un locutorio con un cristal acrílico de por medio.
La petición de un contacto personal, sin barreras de por medio, se había presentado sin éxito en repetidas ocasiones ante el juez Brian M. Cogan, por lo que el abogado Eduardo Balarezo decidió interponer una apelación ante el juez superior Roanne L. Mann, quien finalmente le ha concedido a la defensa visitar si barreras al acusado.
Si bien es cierto que la orden emitida este miércoles por el juez superior Roanne L. Mann establece “medidas de seguridad razonables” para Guzmán Loera, a fin de que no atente contra su vida ni ponga en riesgo la integridad de sus defensores o la del centro penitenciario en donde se encuentran, también habrá de facilitar el estudio del caso para llevar a cabo una mejor defensa.
En un documento de 22 páginas, del que Reporte Índigo tiene una copia, el juez superior echa por tierra todos los argumentos presentados por la fiscalía, que fueron atendidos por el juez Brian M. Cogan y que desembocaron en la orden judicial para restringirle hasta hoy contacto director a Joaquín Guzmán y su equipo legal.
Entre los argumentos más fuertes que había presentado la fiscalía para mantener aislado de su defensa a Guzmán Loera, se encontraban los que decía que el área de visitas no era segura para un reo de su peligrosidad, que en el área había tubos y regaderas que podría utilizar “El Chapo” para autolesionarse y que podría utilizar algunos instrumentos para crear barricadas en la puerta.
Pero el Juez superior Roanne L. Mann todo lo diluyó solicitando medidas de sujeción para el interno y el reacondicionamiento de una parte de las instalaciones, a fin de garantizarle al procesado el pleno acceso a lo que marca la Sexta enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que establece el derecho a la asesoría legal para su defensa.
Con la apelación ganada por el equipo de abogados de Guzmán Loera, el ex jefe del Cartel de Sinaloa ahora estará en condiciones de sentarse frente a su abogado para revisar y estudiar detenidamente cada uno de los expedientes que integran las 14 acusaciones de narcotráfico que le imputa el gobierno federal de Estados Unidos.
Este logro jurídico también posibilita que en lo sucesivo Joaquín Guzmán pueda tener visitas familiares con contacto físico, pues en la orden del juez superior Roanne L. Mann quedó desvirtuada la posibilidad de que “El Chapo” pueda tener contacto con el cartel que dirigió, a fin de causar daño a los testigos protegidos del que utilizara el gobierno federal en el juicio programado para el mes de abril próximo.
De acuerdo a la orden 09-CR-466 (S-4) (BMC) del juicio que enfrenta “El Chapo”, marcado como el caso 1:09-cr-00466-BMC-RLM, la Fiscalía del gobierno de Estados Unidos tiene hasta antes del 11 de octubre del 2017 para inconformarse y con la resolución, de lo contrario la decisión quedará en firme.
