Se busca familia temporal, el hogar de acogida en México
La Fundación Juconi convoca a familias que puedan recibir a una niña, niño o adolescente en su casa por un tiempo determinado con el fin de ayudar a su sano crecimiento; los trámites se hacen ante las autoridades mexicanas y la organización
Julio RamírezLas familias que tengan suficiente espacio y poder adquisitivo pueden entrar en un plan de acogida temporal para una niña, niño o adolescente, es decir, podrán recibir a un menor por un periodo de entre seis meses a un año en casa para que se integre a un hogar de acogida.
Las personas tienen que pasar por una serie de pruebas y visitas semanales y después quincenales para que la Fundación Juconi revise cómo va la integración del niño o joven con la familia. No es necesario estar casado y puede incluso ser una familia homoparental la que se integre en este plan.
“El acogimiento familiar es una figura de cuidado temporal alternativa, es decir, es una figura que surge a raíz de la ley General de Derechos de Niñas y Niños y Adolescentes publicada en el 2014. A partir de esto ya existe la posibilidad del acogimiento familiar en nuestro país, eso implica que niñas, niños y adolescentes que por distintas razones han perdido cuidados parentales familiares, ya sea de manera temporal o definitiva, en lugar de estar dentro de un centro de asistencia social —llámese casa hogar, casa cuna, albergue público, albergue privado—puedan estar en un entorno familiar que les permita un sano desarrollo”, explica Ariel Flores, coordinador del programa de Acogimiento Familiar de Fundación Juconi México.
El experto asegura que hay muchas ventajas en estos entornos familiares que, aunque no sean definitivos como la adopción, permiten que los menores de edad tengan un cuidado y atención muy personal, a diferencias de los establecimientos como las casas hogar, donde un cuidador es asignado para una veintena de personas.
Diferencia entre acogida y adopción
El experto afirma que ser una familia u hogar de acogida no está relacionado con ser una familia de adopción, ya que siempre se va a preferir que el niño o la niña estén en el espacio en donde nacieron con su familia nuclear o extensa.
“Lo que se busca es que a través de estos cuidados familiares se puedan restituir todos los derechos que han sido vulnerados para estas niñas niños y adolescentes y que a través de esta restitución de derechos en algún momento ellos puedan llegar a una medida de cuidados definitiva, ya sea reintegrarse a sus entornos familiares de origen, que es lo más adecuado en su interés superior, obviamente esto implicaría que se contribuya a que la familia de origen desarrolle las herramientas para poder brindar cuidados de manera adecuada a estas niños, niñas y adolescentes para evitar que nuevamente se han separados de sus familias”, explica el especialista.
La Fundación Juconi en México realiza un acompañamiento de estas familias de acogida y las asesora de manera gratuita para que realicen los trámites ante las autoridades federales. Es necesario contar con una acreditación ante el DIF Nacional para poder ser parte de este plan.
“No solamente dependen de nosotros los requisitos porque este trabajo que estamos haciendo en conjunto con el DIF nacional a través de la Procuraduría Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes para que una familia pueda brindar cuidados de acogimiento tiene que tener la certificación de idoneidad, y ese es expedido precisamente por el DIF nacional.
Las reglas para el hogar de acogida
La Fundación Juconi realiza un seguimiento y tiene acercamiento con las familias que desean recibir a un nuevo integrante por un periodo. Uno de los requisitos es contar con una habitación y demostrar que cuentan con solvencia económica. Se puede tratar de una persona sola o una pareja con o sin hijos y no importa el credo que profesen, pero sí se pide respetar el credo del niño, niña o adolescente y que se le dé la libertad para que pueda continuarlo y no ser discriminado por ello.
“Nosotros también hacemos una valoración de las familias, y también realizamos toda una preparación. Para volverse familia de acogimiento implica también sesiones de preparación, en donde vamos revisando distintos temas relacionados con el cuidado, el desarrollo de ambientes seguros, elementos de disciplina positiva, todo lo que viene que ver con los procesos emocionales, todo lo que consideramos que una familia debe de tener preparado para poder brindarle cuidados a una persona que ha pasado por diferentes experiencias adversas”, explica Ariel Flores, coordinador del programa de Acogimiento Familiar de Fundación Juconi México.
La certificación de idoneidad con el DIF nacional implica una charla de inducción en donde se ven aspectos legales relacionados con el acogimiento familiar, una valoración psicológica y un estudio socioeconómico, luego se procede a un “emparejamiento” de niñas niños y adolescentes con las familias de acogida.
Es posible que las familias desde el principio confirmen que pueden aceptar a un niño o niña o adolescente por más tiempo que sólo un año, esto también se toma en cuenta al momento de asignar a un niño o niña con una familia para que pase un tiempo.
Además de casa, comida y sustento, las familias tienen que pensar en este acogimiento como un acto de amor. En un principio, este plan —que no tiene costo para las familias— está diseñado para implementarse con familias de Puebla y la Ciudad de México.
“No importan cuestiones de cómo se configura la familia, es decir, puede ser una pareja joven, un matrimonio a lo mejor que ya haya tenido hijos, que sus hijos sean independientes, puede ser una persona que viva sola, o papá o mamá soltera, es decir, siempre y cuando haya un adulto que pueda hacerse responsable de los cuidados de la niña, niño o adolescente para nosotros ya puede conformarse como figura de acogimiento”, explica Ariel Flores.