Hace cuatro años la venta de refrescos y otras bebidas azucaradas quedó prohibida en todas las instituciones de educación pública del país. Preescolares, primarias, secundarias, preparatorias y universidades debieron decir adiós a estos productos.
¿Y algo ha cambiado?
La Compañía Embotelladora del Fuerte, propiedad de Coca Cola, se inconformó contra la medida, pues a su consideración, los estudiante de preparatoria y universidad eran lo suficientemente conscientes para decidir si consumen o no productos que puedan atentar contra su salud.
La empresa argumentó que al prohibirle la venta de refrescos en instalaciones de nivel medio superior y superior, se estaba atentando contra los principios constitucionales del libre desarrollo de la personalidad y la imagen propia de los estudiantes.
¿En qué terminó el caso?
El asunto involucró a las secretarías de Salud y Educación, quienes defendieron en un largo litigio la prohibición de vender refrescos azucarados en escuelas públicas, pues argumentaron el Estado tiene la obligación de garantizar el derecho a la salud de los estudiantes.
El caso llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien este miércoles amparó a la Embotelladora del Fuerte para que pueda vender sus productos, única y exclusivamente, en universidades públicas.
“Los efectos de la concesión son para que la quejosa pueda vender y distribuir sus productos en aquellas instalaciones en las que única y exclusivamente se imparta educación superior”, señaló la Corte en su resolución.
¿Por qué?
Porque los ministros determinaron que los universitarios tienen la capacidad para diferenciar y decidir sobre la conveniencia de consumir o no bebidas azucaradas, es decir, los jóvenes se hacen responsables del riesgo de ingerir esas bebidas.
La Corte determinó que la venta se haga sólo en universidades, mientras que las restricciones quedaron iguales para los demás grados educativos. Por lo que la compañía podrá vender sus productos nuevamente al nivel superior.
La única manera en que no se puede vender estos productos en universidades, es que las instalaciones universitarias tengan conexión física, es decir, que compartan algún patio de receso, con alguna preparatoria o secundaria.