En Guadalupe, el juego continúa.

Mientras el Ayuntamiento de Monterrey cerró las puertas de 10 casinos, como el Foliatti de la Pulga Mitras, la sucursal de este mismo centro de apuestas opera sin ningún problema en el vecino municipio gobernado por el priista César Garza.

Reporte Indigo acudió al establecimiento y constató que en pleno mediodía decenas de clientes jugaban en las cientos de máquinas de azar del casino, ubicado en el número 100 de la avenida Adolfo Ruiz Cortinez, en la colonia La Victoria.

No hay marcha atrás.

Las casas de juego que fueron clausuradas el 27 de febrero por el Ayuntamiento de Monterrey no tienen opción para regularizar su situación ante el Municipio.

Para reabrir, la única alternativa es la vía judicial a través de una suspensión de amparo.

Porque en noviembre de 2011 el Municipio de Monterrey modificó su Reglamento de Zonificación y Usos del Suelo, y en la nueva regulación dejó inexistentes las autorizaciones para el giro de casinos.

Y en esta ciudad industrial y de comercio ‘el negocio es el negocio’.

Pero pareciera que aquí se acuña una nueva sentencia: ‘haz el negocio sin mirar con quién’.

Por ello la proliferación de centros de apuestas convirtió ya a esta ciudad en la que alberga mayor cantidad de casinos en el país.

Y esto no sólo se debe a la llegada de casineros de otros estados y de otros países que están dispuestos a pasar por encima de las leyes en Nuevo León.

También se debe a los dobles discursos y a la avaricia local.

La Contraloría de Monterrey abrió una investigación para determinar si el permiso que presentó el casino Foliatti es falso y si existe responsabilidad de algún funcionario o ex servidor público de la administración.

El contralor municipal, Gregorio Hurtado Leija, anunció ayer que en primer lugar la dependencia citará a comparecer al ex secretario de Desarrollo Urbano y Ecología, José de Jesús Garza Gallardo, quien aparece como firmante de un oficio supuestamente expedido el 3 de abril de 2009.

El oficio apócrifo que permitió que un juez federal otorgara la suspensión provisional a la clausura del casino Foliatti pasó ante la fe del notario público número 44, Arnulfo Gerardo Flores Villarreal, quien hace más de una década se vio involucrado en una red de fraudes.

A finales de 2000, el padre del abogado y ex titular de la misma notaría, Arnulfo Flores Rodríguez, avaló una serie de hipotecas ilegales que sumaron más de 16 millones de pesos a costa de los bienes de empresas defraudadas.