Finalmente, el mercado petrolero ha encontrado un equilibrio. Las fuerzas de la oferta y la demanda actúan como ajuste inmediato y se ven reflejadas en el precio del barril de crudo. Los días del poder ejercido por los cárteles de precios son cosa del pasado.
Sin embargo, esto no necesariamente significa una buena noticia para un país como México, en el cual las finanzas públicas continúan siendo altamente dependientes de los ingresos petroleros.
Indigo Staff