La boda de Kim Kardashian y Kris Humphries, en el 2012, fue llamada “la boda del siglo”, y les generó a sus protagonistas –porque, después de todo, se trató de un espectáculo– casi 18 millones de dólares en patrocinios y pagos por imágenes y videos exclusivos.
Con ese antecedente, sus nupcias con Kanye West, el fin de semana en Florencia, tenían unos zapatos muy grandes para llenar y, si el logro era llamar la atención, no lo consiguieron.
Ana Paulina Valencia