Las empresas ICA, Alstom y Carso lo afirman categóricas: “no existen elementos técnicos ni jurídicos para suponer que el Consorcio Línea 12 deba asumir el costo de la reparación de la Línea Dorada”.
Las constructoras se lavan las manos en este problema que parece no tener fin.
El argumento que utilizan dichas firmas es que “el reforzamiento del que será objeto el sistema de vías de la Línea 12 supone condiciones técnicas muy diferentes de las contempladas en su diseño original, por lo tanto implica condiciones contractuales diferentes”.
Icela Lagunas