Si hay un tema que polariza a psicólogos, terapeutas y científicos es el de la adicción al sexo.
Para unos, se trata de un desorden relevante y que necesita ser estudiado a profundidad, y una enfermedad que necesita un tratamiento específico. Para otros, no es más que un pretexto para justificar un apetito sexual desmedido.
Ana Paulina Valencia