Si a estas alturas seguimos creyendo que los videojuegos son cosa de hombres adolescentes, estamos seriamente equivocados.
Al menos en Estados Unidos y Reino Unido, la mayor parte de la audiencia de gamers está conformada por mujeres adultas.
Pero es fecha que la industria de los videojuegos continúa perpetrando una cultura de misoginia y sexismo, la misma que día y noche se vive en el mundo virtual, donde aquellas que lideran movimientos feministas, activistas y bloggers, constantemente son objeto de amenazas y acoso en línea.
Eugenia Rodríguez