Son las cinco de la mañana en un conocido bar de after en Guadalajara cerca del primer cuadro de la ciudad.
La música a todo volumen retumba en las paredes del sitio donde decenas de visitantes bailan y siguen bebiendo. Afuera del baño tres hombres que parecen custodiar la entrada, se mantienen de pie con los brazos cruzados: parecen guardaespaldas.
Indigo Staff