Fueron años de esfuerzo, de dedicación, de apoyo incondicional y “Checo” por fin lo hizo: Sergio Pérez logró lo que ningún otro piloto mexicano en la Fórmula 1: subir al podio en el Gran Premio de México.
Sí, el tapatío es el primer volante del país en celebrar en una carrera en el Autódromo Hermanos Rodríguez, la cual fue ganada por Max Verstappen, mientras que el segundo lugar fue para Lewis Hamilton (Mercedes), quien demostró porqué es siete veces campeón del mundo para evitar el ‘1-2’ de Red Bull.
Fue apoteósico. Como nunca, un podio fue tan festejado en México. Desde 1962, cuando se corrió por primera vez el GPMX, nunca había tenido presencia nacional en la ceremonia de premiación.
Y el podio del mexicano se selló desde la primera curva. Max Verstappen rebasó por la izquierda a los Mercedes que habían salido en la primera y segunda posición. El auto de Valtteri Bottas, quien arrancó en la Pole, fue tocado por el McLaren de Daniel Ricciardo y así dio un “trompo” que provocó un caos.
Sergio Pérez se fue por la izquierda, por la zona de césped, salió ileso y en la tercera posición, mientras que el finlandés regresó a la competencia en el último lugar y nunca pudo volver a los primeros sitios. Quedó condenado a la posición 15.
El choque tuvo daños colaterales, el piloto japonés Yuki Tsunoda de AlphaTauri y Mick Schumacher, de Haas, quedaron fuera de la competición.
Desde ese momento, Red Bull dejó en claro que la pelea sería por el podio sí o sí contra Hamilton (Mercedes), quien de manera heroica defendió el segundo lugar.
Las primeras 20 vueltas fueron estrategia y asegurar la ventaja. Max Verstappen marcó los giros más rápidos de la competición, lo que le ayudó a tomar una ventaja de nueve segundos sobre Hamilton. Ya nadie lo alcanzó.
Al tener esta delantera sobre sus perseguidores, la verdadera pelea por continuar en el podio y definir los siguientes lugares estuvo entre Hamilton y Sergio Pérez, pues Lewis pasó de tener una ventaja de cuatro segundos a sólo uno frente al mexicano, por lo que la presión llegó.
“No puedo alejarme de él, (“Checo”) es muy rápido” se escuchó al británico decirle a su equipo por la radio.
Hamilton decía la verdad, ya que de la vuelta 20 a la 40 la pelea entre el británico y el mexicano estaba muy pareja y lo que definió, el segundo y tercer puesto, fueron las paradas en los pits… y la brillantez de Lewis para defender la posición.
Primero fue Hamilton en entrar a los boxes y tardó 2.7 segundos y provocó que Sergio Pérez subiera al segundo lugar y después al primero con la misma parada que Verstappen; no obstante, el mexicano volvió al tercer puesto con su entrada a los pits, pues a pesar de que hizo un tiempo de 2.3 segundos otorgó la ventaja necesaria para reacomodar los primeros puestos.
Pero a pesar de que “Checo” lo intentó una y otra vez no pudo pasar a Hamilton, quien demostró el porqué es siete veces campeón de la F1 al no dejarse rebasar. Sergio se enfrascó en un duelo con una leyenda que, a pesar de la proeza, salió cabizbajo, debido a que Verstappen se fugó y se aleja en el Mundial de Pilotos.
Sí, Hamilton, campeón vigente, quiere otro título para rebasar a Michael Schumacher como máximo ganador en la F1, pero dicha meta comienza a alejarse, al menos, esta temporada.
“Al final nos quedamos con el tercer lugar, lo que es un resultado muy importante para la escudería; sin embargo, sí nos hubiera gustado mejorar el resultado y avanzar en el Campeonato de pilotos. Lamentablemente no fue posible, pero sin duda es un buen desenlace”, declaró Pérez Mendoza, quien logró su tercer podio de manera consecutiva.
Y sobre el choque que definió la carrera, Verstappen declaró: “Era muy importante tener una buena posición en la pista y evitar tener complicaciones, es por eso que aproveché la oportunidad que se abrió en ese momento y tuve que tomar el paso para evitar el choque”, acotó.
Max, quien tuvo que largar tercero tras una mala clasificación, ahora supera a Hamilton por 19 puntos con apenas cuatro carreras por disputar.
