Un niño de cualquier edad con una enfermedad terminal y dolor insufrible tiene el derecho de solicitar su muerte en Bélgica.
El Senado belga aprobó ayer, con 86 votos a favor y 44 en contra, el proyecto de ley que convierte a su país en el primero en legalizar la eutanasia infantil, sin restricciones de edad.
Desde que la aprobó en 2002, Bélgica es una de las naciones con las legislaciones más vanguardistas sobre la eutanasia, que ahora se extiende a los niños con el argumento de no discriminarlos y ahorrarles el sufrimiento intolerable.
Pedro Pablo Cortés