Entre la desilusión y el alivio, las elecciones municipales de Venezuela dejaron una nación dividida entre la oposición y el oficialismo.
Los resultados que se tienen hasta ahora no respaldan los objetivos de los dos políticos más importantes de Venezuela. El presidente Nicolás Maduro esperaba consolidar su omnipotencia política, y el líder opositor Henrique Capriles deseaba que los comicios funcionaran como un golpe de opinión contra el oficialismo. Los dos se quedaron en el camino.
Pedro Pablo Cortés