Aguinaldo

Más de medio siglo tiene que se hizo obligatorio en México el pago del aguinaldo, el cual se define como un “premio” al final del año
Gianco Abundiz Gianco Abundiz Publicado el
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Más de medio siglo tiene que se hizo obligatorio en México el pago del aguinaldo, el cual se define como un “premio” al final del año de acuerdo con las costumbres romanas, buscando que esta dádiva fuera el augurio de prosperidad en el ciclo que estaba por comenzar.

Algo muy importante es que este pago es obligatorio para todos los que tienen personal subordinado, independientemente de que se hagan “patos” a la hora de las remuneraciones por honorarios, asimilados o por debajo del agua. En fin, ese es un tema legal que ya abordaré en algún momento. 

Hoy quiero dedicar este espacio para dar unas recomendaciones básicas para el buen uso de este dinerito que, si bien es extra al salario, no por eso debemos derrocharlo como espuma derramada al destapar una botella de champagne muy bien agitada previamente. 

Fiel a mi costumbre tomaré frases populares para entrar en materia. En esta ocasión (y ya la he utilizado antes), será musical: “toma chocolate y paga lo que debes”. ¿Cómo se te ocurre pensar qué carambas vas a comprar si debes una barbaridad en créditos de consumo (tarjeta, préstamos de nómina, persona- les, etcétera)? No olvides otra de las frases de Saber Gastar: “no hay dinero más caro que el que no se tiene”. Por favor, trata de reducir el pago de intereses, pues no son otra cosa que un extraordinario ahorro… ¡negativo! 

Entiendo que hay gastos ineludibles, pero debes buscar las mejores opciones, como podrían ser meses sin intereses reales, es decir, que el precio de contado sea el mismo que la promoción, para que te capitalices y no te quedes “en cueros”. 

Antes de hacer tu gran lista de regalos, empieza por contratar seguros que puedan defender tu patrimonio de las miles de calamidades que se pueden presentar en la vida. Los seguros no son un gasto, son una inversión. 

No quiero ser agorero, pero el año entrante seguiremos en pandemia y pagando los platos rotos de los parones económicos del mundo entero, por lo que no debes cambiar unos cuantos días de placer vil y vulgar por la tranquilidad de una estabilidad económica en 2022. 

Lo ideal es que esta lanita extra la ocuparas en generar patrimonio: desde una sencilla cuenta de inversión (que hoy se abren con centavos) hasta la posibilidad de contar con bienes raíces en una planeación de mediano y largo plazo, pasando, por supuesto, por la creación de un fondo contingente muy sólido. 

Que no nos gane la concupiscencia en este diciembre. 

Contra la gula… templanza. 

Recuerda que “No es más rico el que gana más, sino el que sabe gastar”. 

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