En el proceso el Ayuntamiento de Guadalajara muestra sus contradicciones al galardonar a una de las detenidas el pasado 1 de diciembre, acusada –todavía- de actos vandálicos y daños a terceros.
La descoordinación entre áreas ha sido tal, que si bien la administración de Ramiro Hernández dijo que había quitado los cargos, luego se supo que el área jurídica aumentó las acusaciones.
Eso ha entorpecido las indagatorias y ha dilatado el final de este capítulo.
En tanto que los 26 detenidos -liberados bajo fianza- hoy continúan firmando cada 15 días esperando que se defina su situación jurídica.
Por eso parece curioso y contradictorio que el gobierno tapatío entregó uno de los reconocimientos “Irene Robledo García”, por su loable trabajo por la ciudad, a Marisol Montessuit Chávez, a quien también acusa de pandillerismo y resistencia a terceros por la manifestación del #1DMX.
Una prueba que en todo caso será utilizada por la galardonada en su defensa contra el ayuntamiento.
Montessuit Chávez fue premiada por la categoría de Participación Ciudadana y Vecinal.
En ese mismo rubro también se reconoció a dos periodistas de TV Azteca y Televisa respectivamente, esta última empresa también denunció penalmente a los detenidos del #1DMX.
En más de una ocasión Montessuit Chávez ha hecho hincapié que además de no ser parte del movimiento #yosoy132 su detención fue ilegal pues ella se dirigía a la FIL acompañada de un par de menores edad.
Las fotos de ese día revelan que en su detención hubo violencia por parte de una Policía de Guadalajara.
Los errores del municipio demuestran que las acusaciones que mantiene ante el Ministerio Público son caprichosas y no pueden ser sostenidas, mucho menos cuando la misma autoridad reconoce la labor de la joven.
