Cada vez son más fuertes los rumores de que la salida de Gabriel García Hernández, como coordinador de Programas Sociales del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y su incorporación a la Cámara de Senadores, generará una serie de reacomodos al interior de Morena que traerá efectos para la estructura del partido guinda en Jalisco. Por el momento, las dos figuras de mayor rango de Morena en la entidad son Yeidckol Polevnsky, delegada del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), y Armando Zazueta, el actual “superdelegado” de los programas sociales federales (delegado estatal de Programas para el Desarrollo). Lo más probable, nos comentan, es que sean los últimos días de estos dos morenistas prominentes en el estado, luego de una elección en la que, sin duda, Morena avanzó, pero ni de lejos lo que se esperaba para el partido del presidente. Los resultados electorales, sumados a los movimientos que se esperan en las entidades tras la salida de García Hernández parecen apuntar a un reacomodo importante del partido guinda en el estado.
PRESUPUESTO MANDA
El huracán “Enrique” se degradó, y no hablamos solo de la tormenta tropical que azotó el Pacífico mexicano. Ayer por la tarde el gobernador de Jalisco, y uno de los principales opositores al Gobierno federal, Enrique Alfaro, asistió puntual a la reunión convocada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. La cita estaba pactada para la semana pasada, pero pospuesta por las vacaciones del jalisciense, tuvo lugar en Palacio Nacional. Al entrar, Enrique Alfaro dijo tener buenas expectativas, pero al salir no se le vio de buen ánimo pese a que lo quiso disimular. Y aunque no se dieron muchos detalles de lo que hablaron, lo que es seguro, es que AMLO insistió en trasquilar los presupuestos de los estados para ampliar los programas sociales. Eso sí, Enrique debió de agachar la cabeza y aguantar si es que quiere más recursos para enfrentar la crisis de inseguridad del estado y falta de agua. Todo sea por el presupuesto.
