La divergencia suscitada en Jalisco respecto al regreso presencial a las aulas ha generado un escenario político inédito, pues colocó por un lado al presidente Andrés Manuel López Obrador y al gobernador Enrique Alfaro –quienes sí lo quieren-, y dejó en un lado opuesto al Grupo UdeG y a su mandamás Raúl Padilla –quienes se oponen-.
Es decir que, por primera vez en el sexenio, el jefe del Ejecutivo federal y el gobernador Alfaro son aliados políticos frente a un actor que en este momento es un adversario común: Padilla López.
Si el presidente López Obrador inició la ofensiva contra Padilla al evidenciar que este se oponía al regreso presencial a las aulas por motivos políticos, la pinza la cerró Alfaro al anunciar que le retirará 140 millones de pesos al Museo de Ciencias Ambientales, una más de las obras faraónicas que impulsa Padilla y que costará en total mil 358 millones 77 mil 723.97 pesos.
La jugada alfarista fue inteligente pues esos 140 millones se le quitan al Museo para invertirlos en el Hospital Civil Oriente de Tonalá, otro proyecto de la UdeG que, sin duda, tiene una mayor utilidad social que el mega-museo.
LA RESPUESTA DE PADILLA Y SU GRUPO
Sin embargo, el Grupo UdeG ya ha comenzado a movilizar a todas sus huestes corporativas para responder a, lo que consideran, un ataque: este 9 de agosto, en un desplegado del Consejo de Rectoras y Rectores, se anuncia la batalla: “No vamos a permitir esta agresión (el recorte presupuestal) que violenta la autonomía y el presupuesto de nuestra casa de estudios. Acudiremos a todas las instancias y acciones legales, políticas y sociales para evitar este atropello“.
“Vemos en ello una clara represalia del Ejecutivo, ante la decisión responsable de nuestra casa de estudios, de posponer el regreso a clases presenciales, debido a la situación crítica del incremento de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos por COVID-19, agregó.
El gobernador tampoco se quedó callado: “Lo único que digo es confío en que ni la Universidad de Guadalajara ni ninguna institución pública se presten al mangoneo de ninguna persona”.
¿Realmente seguirá en su postura desafiante el Grupo UdeG ya no solo ante Alfaro, sino también ante López Obrador?