Si alguien pensaba que el año 2022 serviría como escenario para la consolidación institucional de Morena en Jalisco, todo indica que esa proyección está errada; lejos de eso, lo que comienza a surgir es una disputa entre dos liderazgos con relevancia en el partido político a nivel estatal: Carlos Lomelí Bolaños, por un lado, y José María Martínez Martínez, por el otro.
Lomelí Bolaños, quien contendió por la gubernatura de Jalisco por el partido guinda, es el actual jefe de la fracción edilicia de ese instituto político en el ayuntamiento de Guadalajara; mientras que Martínez Martínez es el coordinador de la bancada morenista en el Congreso de Jalisco, por lo que ambos tienen funciones políticas de primer nivel en Morena a nivel local.
Sin embargo, las primeras señales de una pugna entre ambos han salido a la luz, con la noticia de que José Hiram Torres Salcedo, el exregidor de Morena en Zapopan, ha promovido una queja contra el diputado Martínez Martínez, ante el Comité Ejecutivo Nacional del partido, solicitando que se le remueva de la coordinación parlamentaria en el Congreso del Estado. Un movimiento muy agresivo, pero justificado, nos dicen.
LOS ‘PECADOS’ DE MARTÍNEZ
Torres Salcedo, como es bien sabido en Jalisco, es un político muy cercano a Lomelí Bolaños, por lo que el mensaje es claro dentro y fuera de Morena: el grupo del también exsúperdelegado no ve con buenos ojos que un expanista, caracterizado además por su posturas morales ultraconservadoras, esté al frente de los morenistas en el Congreso estatal.
En concreto, la queja en contra del legislador ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia, refiere que este ha actuado en contravención a los principios de Morena, particularmente por haber votado a favor –junto con su bancada– de la Ley de Ingresos y del Presupuesto de Egresos del Estado de Jalisco para el año 2022.
Y aunque estas parecen ser malas noticias para los morenistas de la entidad, hay algo de sano en el hecho de que, finalmente, una corriente de Morena se muestre inconforme con la llegada del expanista a ese partido que se dice de izquierda. En resumen, que Martínez Martínez sea hoy un liderazgo en el Movimiento Regeneración Nacional es tan contra natura como un pingüino bañándose en las cálidas playas de Puerto Vallarta.
