Así fue la lucha de Armando Manzanero contra el COVID-19

Los médicos aseguraban que el compositor se encontraba por buen camino, ya que sus pulmones se oían limpios, la concentración de oxígeno del respirador había disminuido, lo que reflejaba que tenía más autonomía pulmonar; sin embargo, su cuerpo no resistió el embate de la enfermedad
José Pablo Espíndola José Pablo Espíndola Publicado el
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A las 3:20 de la mañana, el maestro Armando Manzanero falleció a causa de un paro cardiaco en su lucha por vencer al COVID-19, así lo dio a conocer su agencia de relaciones públicas.

Unas horas antes se había anunciado que el compositor y pianista seguía respondiendo al tratamiento, ya que sus pulmones estaban bien y su nivel de oxigenación estaba al mínimo; sin embargo, estaba delicado de sus riñones, por lo cual no lo extubaban. También se dijo que comenzaría la limpieza de su sangre durante 72 horas, cosa que ya no sucedió.

El pasado viernes 11 de diciembre, Manzanero asistió a un homenaje en el que se mostró “feliz y honrado” y no presentaba ninguna sintomatología; sin embargo, cuatro días después, el martes 15, mientras trabajaba en una grabación en la Ciudad de México, comenzó a presentar una leve molestia de tos y decremento de oxigenación a causa del COVID-19.

Ante dichos síntomas, el maestro fue provisto de un concentrador de oxígeno en casa y manifestando, dicen, todo el ánimo y el buen humor que lo caracterizaban.

El jueves 17 de diciembre su oxigenación volvió a bajar y, por su propio pie, acompañado por su familia en su vehículo particular, fue ingresado en un hospital privado del poniente de la capital del país.

Internado, en un primer momento, el también productor contestaba todos los mensajes que recibía en su celular de familiares, amigos y conocidos. Después, el 22 de diciembre, presentó un agotamiento físico, por lo que los médicos especialistas decidieron intubarlo, con el pleno consentimiento y autorización del mismo Armando Manzanero, para recibir soporte de ventilación mecánica, en un estado de reposo sin distractores, y así poder dar oportunidad a su sistema respiratorio de reestablecerse.

El 25 de diciembre se informaba que su frecuencia cardiaca continuaba bajando, lo cual, de acuerdo con los médicos, era indicio de que se estaba estabilizando; además, confirmaban que su función pulmonar se estaba restableciéndose, por lo que estaban contentos del progreso que presentaba Manzanero.

Al día siguiente, los médicos aseguraban que el compositor se encontraba por buen camino, ya que sus pulmones se oían limpios, la concentración de oxígeno del respirador había disminuido, lo que reflejaba que tenía más autonomía pulmonar.

Además, su estado de sedación era menor, así que los médicos ya contemplaban irlo preparando para extubarlo en los próximos días; sin embargo, eso no ocurrió ya que un paro cardiaco le arrebataría la vida dos días después.

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