Las cicatrices que hacen al ser humano llegar hasta la actualidad, duelos, alegrías y tristezas, todo parte de un ciclo de la existencia misma. Esta serie de emociones inherentes a la vida se les relaciona, en ocasiones, con tonalidades y para Caloncho estas reflexiones más íntimas son color rosa pastel con sabor a malvaviscos.
Desde 2019, y hasta 2020, el cantautor mexicano Alfonso Castro, conocido como Caloncho, decidió hacer un ejercicio más honesto, primero, para él mismo, y así poder dar a conocer a sus seguidores quién es él completamente para lograr una mayor conexión con su música; el resultado se puede oír en su más reciente álbum Malvadisco, el cual arroja 11 tracks.
“Creo que sí fue un ciclo, hoy día estoy bien contento de que salga, pero sí hubo un rato en el que dudé, porque estaba sacando canciones desde un origen distinto al habitual a mí y así las empezamos hacer, a grabar, para que hicieran parte de este completo Malvadisco. En algún momento dije ‘¿habrá sido lo correcto?’ y como que las dejé un poco lejos, ya una vez que salen rara vez las escuchas, y recientemente le agarré un super cariño porque representan o reflejan una etapa en la que ya no estoy”, platica Caloncho a Reporte Índigo.
De la parte más íntima de Caloncho
De acuerdo con el cantautor, estas piezas surgieron en medio del encierro y la incertidumbre que, hasta la fecha, se vive debido a confinamiento; además, logró su objetivo, hacer la percepción de este proyecto como algo más integral y real.
Quienes han seguido su trayectoria musical sabrán que sus canciones invitaban a un discurso más optimista, de fiesta y viajes; sin embargo, Malvadisco pone un énfasis en todos los contrastes de la vida, desde los momentos más dulces, ácidos, hasta amargos.
“Era algo que quería mostrar, pues la gente, a veces, piensa ‘ay, ese güey, siempre está feliz y obviamente no, como todos. El hecho de saber que existe el otro extremo te hace valorar y apreciar el otro, son highlights. Espero que les guste cómo los abordé, yo digo que no son fatalistas, pero bueno, así lo veo”, comparte.
Y aunque este año Caloncho ya no se encuentra en el mood vertido en esta producción, el artista se muestra con una actitud positiva, de seguir aprovechando el tiempo para conocerse, de manera profesional y personal.
Asimismo, le ha permitido seguir creando, conocer a más compositores y que sus nuevos sencillos reflejen esta nueva etapa en la que se encuentra; no sin antes abrazar y seguir difundiendo las emociones que salieron durante aquel tiempo.
“Verlo como el ‘lado B’ lo describe bien porque es algo que forma parte de la realidad y que en mi caso no había expresado tanto. Por supuesto que lo experimento y achicamos en eso, pero no lo había hecho en canciones, es la primera vez que lo hago y quería que se reflejaba la realidad de mi persona, a quien se le asocia como esta cuestión optimista, que está poca madre eso, pero también hay otras canciones y otros discursos”, abunda.
“Tenemos estímulo todo el día, desde que te levantas, comes, lees, observas, todo es un estímulo y siento que cuando trato de sintetizar todo eso en una frase con melodía a mí me llena”
Matices musicales
Desde una declaración a sí mismo que le recuerda no ser malvado con la gente, amar a una persona con todo y sus cicatrices; una canción dedicada a su hija, hasta un epitafio incluído; con Malvadisco, Caloncho encuentra un medio para mostrarse tal cual es, habla desde la honestidad, algo que fue fundamental en su proceso creativo.
“En el caso del año pasado andábamos todos como con un tema muy deep, cuestionándonos tantas cosas, de no sentirnos tan seguros. Había mucha incertidumbre y creo que eso nos hizo ser más atentos a cómo nos sentimos, y honestidad era algo que quería que estuviera en las canciones, son canciones seleccionadas desde un origen genuino, de introspecciones que llegué el año pasado”, revela.
A pesar de tocar temas sensibles, admite que tampoco se trata de un trabajo tan profundo o malvado.
“Al final, sí hay canciones como eso, ‘Malvado’ y algunas otras que saqué el año pasado, ‘Adolescentes’ o ‘Luna completa’, que habla como del conflicto cíclico, pero jamás me voy a poner darks, es un poco un disco rosita pastel como más de introspección. Estaba un poco esto de ‘sin discurso no hay canción’, quería, como sí o sí, tener algo que decir, si no mejor me quedo callado, algo honesto que melodizar”, relata.
Con ya casi 10 años de trayectoria musical Caloncho llega al epítome musical, agradecido de poder compartir su voz, ahora más madura y definida. De sentir en carne propia las sensaciones más optimistas, pero también lo más introspectivo.
Frágil, sensible y con muchos aprendizajes, obtenidos gracias a la música, con la cual se ha abierto camino a nivel nacional e internacional, al grado de poder hacer varias colaboraciones como con Mon Laferte, Bandalos Chinos o Carlos Sadness; incluso, en aquel 2014, cuando fue telonero del músico Erlend Øye.
“Me llegan muchos eurekas de cosas muy bellas que yo creo, eventualmente, forman como una parte fundamental de mi manera de querer vivir, tener la experiencia vital y afortunadamente cuento con la música, porque también es un sitio para depositar, es un botecito donde le avientas la manera en la que te sientes, y agradezco poder estar en sintonía cerca de la música.
“Muchas veces he pensado, ¿qué estoy haciendo, para qué hago canciones? Qué absurdo el concepto de una frase hecha melodía y que nos parezca sensato, es rarísimo de una canción, pero lo agradezco. Le estoy echando ganas, particularmente con la voz”, puntualiza Caloncho.
En conexión
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