El compositor y cantante caleño Junior Zamora se enfrentó a una de las introspecciones más honestas y sinceras, en sus más de cinco años de trayectoria musical, para realizar Ego, su más reciente álbum.
Para crearlo recurrió a alter egos que narran diversos pasajes de su vida, como cuando estaba en el colegio y sus compañeros no lo querían pues jugaba muy bien al fútbol, componía música y destacaba por sus calificaciones, pero también, en él narra algunos de sus miedos.
“Cuando haces un álbum que se llama Ego tienes que escarbar mucho hacia adentro, vas a tener que indagar, sincerarte. Aunque siempre estuvo esta bandera en mis canciones de hace cinco años, pero añadirle a eso una pandemia, sí te das el tiempo de echar para adentro, salen muchas verdades y eso se escuchará en el álbum”, comparte Junior Zamora a Reporte Índigo.
El video de “Mala sangre” ya está disponible en México a través de todas las plataformas digitales
Sus primeros dos capítulos, “Cero, dos” y “Algo personal” plantean un viaje desprovisto de pudor que navega sobre tintes de R&B y trap.
Sobre “Mala sangre”, tercer capítulo de este viaje ya está disponible en plataformas digitales, comenta que fue un desahogo necesario, pues en él plantea varias verdades dolorosas. Por ello, confiesa, es de las interpretaciones que más le han costado, pero es su pieza favorita de este material discográfico.
“Lo que intentamos fue dejar en Ego muchas de las maneras de componer y de ser como Junior Zamora. Quienes me conocen saben que vivo alrededor de la música, no sólo de este proyecto, sino con otras bandas. Aquí fue buscar otros caminos, desde lo personal, relaciones amorosas, de cómo se afrontan, del odio, pero también desde la fiesta, el chico que le gusta salir; incluso, coquetear y darle mirada como de crónica a los excesos de una fiesta”, precisa.
La decisión de crear alter egos le permitió a Junior recurrir a personajes que no necesariamente lo representan, como es el caso de Wil, en la canción “Mala sangre”, que tiene una la letra que llega al cinismo.
El álbum completo se lanzará, aproximadamente, en dos meses, y estará integrado por entre ocho y 15 temas, los cuales son la carta de presentación de la nueva etapa como Junior Zamora.
El multiinstrumentista revela que para él era importante lanzar todo el álbum en un mundo donde existe una hiperproducción musical, porque es la forma con la que más se identifica y puede mostrarse tal cual es.
“Si te soy sincero como artistas nos encanta ser complicados, siento que es una manera de decir ‘este soy soy’, más allá de un single de tres o dos minutos, que se entienda todo el rigor que hay detrás de ese proyecto. Para mí siempre ha sido hermoso crear obras completas, porque es de ‘mira empieza aquí, va a llegar por estas aguas, nos vemos al final y me cuenta qué le parece’”, narra.
“Yo quisiera que mis composiciones se vistan con sonidos que, incluso, no vengan en la ola de lo mainstream, porque tengo la fortuna en este momento de hacerlo desde lo honesto y lo que nos conecta”
Su camino, hasta este año impregnado por las enseñanzas de la pandemia, le ha mostrado que todo llega cuando tiene que ser. Además del compromiso con la gente para crear piezas honestas y humanas, pues considera que, después de los dos años de confinamiento, la gente necesita una forma de canalizar lo vivido y la música es una de las tantas herramientas para sobrellevarlo.
“Cuando haces tu álbum debut, que tiene tanto de ti, trabajas tanto y se demora, te toca negociar contigo mismo. Recuerdo que antes de esto no recordaba episodios de ansiedad, cuando sientes que el corazón va más rápido de lo que tienen que ir, es respirar, charlar con quien se tenga que hablar”.
“En mi caso fue de agradecer a Dios, en quien creo y pongo mucho de esto y mi carrera para no enloquecer, porque como artistas también tenemos esta presión con el arte, es bonito, ha sido hermoso todo el proceso musical, pero también se puede poner áspero”, enfatiza.
