Música Klezmer, el sonido que el Holocausto casi acaba

El Klezmer, una de las mayores expresiones musicales de las comunidades judías resurgió de entre las cenizas del Holocausto para quedarse
Elizabeth González-Manrique Elizabeth González-Manrique Publicado el
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Todos hemos visto alguna vez una película en la que se desarrolla una boda judía y en ella los músicos tocan una melodía que parece ser característica de este grupo ético y religioso, “Hava Nagila”, sin embargo, poco o nada sabemos sobre este y otros temas, que poseen un sonido característico.

Hava Nagila, Shalom Alechem, Djelem Djelem, entre otras melodías forma parte del repertorio de un tipo de música tradicional judía: el Klezmer.

Se trata de un genero musical étnico creado en las comunidades judías azkenazíes, asentadas antiguamente en Europa Central y Oriental,  nacido en la Edad Media, que además cuenta entre sus influencias la música griega, gitana y turca.

Aunque su sonido ha sufrido algunas modificaciones debido a sus múltiples influencias, esta música se mantiene fiel a su esencia y se encuentra presente en cada rincón del planeta.

Renaciendo de las cenizas del Holocausto

Desde que la música Klezmer comenzó a sonar en Europa y en Estados Unidos, debido a las migraciones masivas de judíos azquenazies antes y después de la Segunda Guerra mundial, fue un éxito, pues su característico sonido comenzó a ser solicitado en eventos de carácter religioso como bodas y bar mitzvah.

A los músicos dedicados a su interpretación se les llamó “klezmorin”, nombre con el que actualmente grupos que tocan este género se identifican.

Además de todo lo relacionado con las fiestas religiosas, el Klezmer tomaba como temas la vida comunitaria judía, marcada por la persecución, eventos del día a día, entre otros.

A partir de los años 20, la popularidad del Klezmer en Europa y Estados Unidos empezó a decaer, parte de ello fue el proceso de asimilación que los migrantes azkenazies vivieron en Nueva York, sitio favorito de arribo de estas comunidades antes y después de la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, entre 1880 y 1920 el Klezmer, cuyos intérpretes en la antigüedad estuvieron sometidos a todo tipo de condiciones debido a los prejuicios e contra de la comunidad judía, vivió su época dorada.

Otro de los eventos que marcó el declive de este género fue el Holocausto, o Shoa como le llama la comunidad, pues mediante el exterminio masivo y sistemático de los judíos por parte de los nazis, se asesinaron a cientos de músicos y miles de seguidores del Klezmer en Europa.

En Polonia, lugar en el que se encuentra uno de los campos de concentración con las historias más escalofriantes del Holocausto, el exterminio significó el fin definitivo de la música Klezmer en dicho país. 

La aniquilación a la que este grupo ético fue sometido en países de Europa ocupados por los alemanes, también acabó con mucho del bagaje cultural de la comunidad judía.

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Incluso estas manifestaciones musicales o culturales, como la lengua yiddish característica de los judíos azkenazies, buscaron ser relegadas por los mismos miembros de la comunidad, que veían en esta lengua o este estilo musical un recordatorio de tiempos tristes, de persecución y exterminio, como al go que los hizo en algún momento identificables ante sus enemigos.

La creación del estado de Israel en 1984 llevó a la búsqueda de una nueva identidad nacional, alejada de lo que caracterizó a los judíos en el periodo pre guerra, y ello incluía la música con la que eran relacionados por los “gentiles” o no judíos.

Mientras que los sobrevivientes que migraron a Estados Unidos, y los migrantes azkenazies que ya se encontraban ahí, preferían los géneros musicales de la época, como el rock y el swing, los klezmorin que vivían en países de la Unión Soviética fueron reprimidos y obligados a abandonar su arte.

Pese a lo denostado que se encontraba el género, en los años 50 pequeñas células Klezmer lo mantuvieron vivo, sólo lo suficiente para mantenerlo en estado de coma.

Sam Musiker; Dave Tarras, un famoso clarinetista intérprete de Klezmer y Abe Schwartz, continuaron tocando el género en Nueva York.

El revival, o resurgimiento, del Klezmer, que perdura hasta hoy en día en Europa, Estados Unidos, Argentina e incluso en México, comenzó en los años 70.

Giora Feidman, Andy Statman, Lev Liberman, entre otros músicos impulsaron el Klezmer de nueva cuenta y colocaron en el gusto del público judío y no judío.

Fueron los nietos de los sobrevivientes del Holocausto quienes consideraron que recuperar esta expresión musical era vital y por ello buscaron reivindicarla.

Hoy en día numerosas agrupaciones de jóvenes alrededor del mundo estudian e interpretan esta música.

El sonido del Klezmer en México

El Klezmer, al igual que la comunidad judía, ha tocado cada rincón del planeta y México no podía ser la excepción.

La Tate Klezmer Band es una agrupación de origen poblano, dedicada a la interpretación de esta música tradicional de las comunidades judías azkenazies.

Luis, Germán, Manuel y Andrés, son cuatro jóvenes que a través de su interpretación buscan conservar el estilo tradicional de esta música, resaltando su sentido festivo original.

“La música (Klezmer) tiene un carácter alegre y cierta energía que nos contagia, que precisamente nos provoca el gusto de tocarla, de investigar más al respecto, de conocer más temas tradicionales. No sólo tocarla porque si”, comenta Luis Eduardo García, intérprete de violín en la banda,  en una plática con Reporte Índigo.

El proyecto musical Tate Klezmer Band surgió de manera espontánea, debido al interés de sus integrantes por esta expresión musical, pues ninguno de ellos pertenece a la comunidad.

Al inicio de su historia, en 2014, la agrupación se presentaba en calles, recibiendo remuneraciones voluntarias por parte de los transeúntes.

Ahí, recibieron mucha atención de sus oyentes a quienes el género causó curiosidad, algunos de ellos incluso se interesaron en tenerlos en eventos.

“Se acercaban a pedirnos tarjetas, o algún disco grabado de nuestro material. No teníamos”, menciona Luis.

Los cuatro jóvenes ofrecen su música para todo tipo de eventos de personas no pertenecientes a la comunidad judía, y poco a poco también adquieren presencia en festivales, además de participar en bodas, bar mitzvahs y celebraciones de Hanukkah.

“Los eventos en los que ofrecemos nuestras presentaciones, van desde eventos sociales de todo tipo, cómo festivales culturales, que promuevan la diversidad de géneros musicales y la promoción de grupos nacionales, Fuimos también a una celebración familiar de Hannukah en Los Cabos”, comenta Luis.

A través de sus redes sociales, como Facebook, y en YouTube, puedes acercarte al trabajo de la Tate Klezmer Band, intérpretes de este género cargado de historia.

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