No somos borregos en la niebla

La Gusana Ciega alza la voz, a través de su nuevo material discográfico, para criticar ferozmente a los ejes del poder en México y a los maltratos que sufren los inmigrantes en Estados Unidos; la banda también desea que los propósitos de AMLO se cumplan por el bien del país
Fernando Franco Fernando Franco Publicado el
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La Gusana Ciega es tajante y grita “no somos borregos en la niebla”, en una de las canciones que viene en su nuevo disco, el cual vio la luz en 2018 y que cuenta con un discurso político y crítico en contra de la iglesia como del diálogo “sin palabras” que se propaga entre las masas.

Reporte Índigo platicó con Germán, Daniel y Lu, baterista, vocalista y bajista, respectivamente, de la banda, sobre su treceavo material Borregos en la niebla. Durante la entrevista, los músicos confesaron que, aunque realizan una crítica voraz a los ejes del poder, con hilos perversos controlan la visión y destino de millones de personas, desean que los propósitos del presidente mexicano en turno se cumplan.

En tiempos de cambio, de transición política, Lu dice que en el grupo todos tienen posturas diferentes, pero coinciden en que, como mexicanos que quieren al país en el que nacieron, al igual que sus antepasados y sus hijos, esperan que haya un regreso “de nuestra raza, de nuestra gente que anhela prosperidad y la realización de sus deseos”.

“México es un país en el que históricamente la gente se ha sentido frustrada, los anhelos no se cumplen y si aquí viven nuestros hijos, nuestros padres, abuelos y demás familia, lo que deseamos (en el ámbito político) es lo mejor. Nosotros, por nuestro lado, hacemos nuestro trabajo en la música, con toda responsabilidad y aportando algo”, afirma el bajista

Por su parte, Daniel comenta que, emulando al presidente, a quien le gusta el beisbol e incluso ha declarado que este será el sexenio de dicho deporte, México no se puede quedar en el “tira y tira” que es una jugada para sorprender a los corredores y evitar que lleguen a las bases y por ende hagan una carrera, aunque las equivocaciones al aplicarla son comunes.

‘Grande, la retórica del mundo’

Estados Unidos es un país que acoge bien a La Gusana Ciega, que en este caso no es sorda, ni mucho menos ciega a los problemas que enfrentan los migrantes ante el acoso gubernamental y social que sufren por su origen.

Tomando la segunda parte de “Borregos en la niebla”, rola en la que la agrupación llama a despertar ante la retórica del mundo, aquella con la que se oprime al perdedor, Lu afirma que siempre que tienen oportunidad se reúnen con la banda “de ese lado” para charlar y perciben una sensación de “hostilidad”.

“Es una jugarreta lo que les hacen en ese país a los inmigrantes, los hacen sentirse ciudadanos de segunda clase cuando en realidad son muy trabajadores, es una situación de lucha de poder que no ha llevado a nada”, considera el bajista de la banda, quien en este año se ha presentado ya en Los Ángeles, California; Houston, Dallas y San Antonio, Texas. Trascienden generaciones La Gusana Ciega publicó su primera obra en 1996.

Merlina fue un disco que se abrió paso entre la escena rocanrolera de aquella época dominada por el llamado “rock en tu idioma” que conformaban bandas como Caifanes, Neón, La Maldita Vecindad, Fobia y La Castañeda, entre otras.

Con una competencia impresionante y la creación de subsellos discográficos como Manicomio (Universal) y Culebra (BMG) que firmaban por igual a Zurdok que a Control Machete, Resorte, La Lupita o Santa Sabina, La Gusana Ciega logró, en 1998, ser telonera de los primeros conciertos en su historia que Oasis dio en México, lo que los catapultó, brevemente, al éxito, hasta su separación en 2002.

A más de 20 años del lanzamiento de Merlina, la agrupación se ve nuevamente consolidada, rompiendo fronteras generacionales pues, en voz de Daniel, el público pide y corea fuerte las nuevas canciones, esas que engalanan su Borregos en la Niebla y del cual destacan “1987”, “Amantes Modernos” y “Pasiflorine”.

“Es un privilegio que las nuevas generaciones adopten a la banda como un grupo que acaban de conocer, que les gusta, es valioso y sucede que ahora los papás asisten a los conciertos con sus hijos, a quienes les enseñan el sonido de La Gusana o al revés, van papás acompañando a sus hijos quienes de repente, y tras dejar un poco a José José de lado, se hacen fans”, señala Lu.

Trabajar en la independencia La Gusana Ciega se considera una banda independiente. Tras años de trabajar con Universal Music, comenzó a producir su material discográfico en Naranjada Récords, estudio de su propiedad en el que ha aprendido que el trabajo sin el apoyo de una transnacional implica mayor responsabilidad.

“Naranjada es nuestra disquera, es independiente, desde 2005 llevamos trabajando de esa manera. Nos fue muy bien con Universal, la verdad es que cuando una disquera grande te apoya vale mucho la pena y lo aprovechas. Trabajando en la independencia tienes mayor responsabilidad, pero también ves los frutos de tu trabajo de manera más clara y directa”, confiesa Daniel.

Por su parte, Germán, a manera de consejo para las bandas noveles, dice que en la música hay que trabajar, nunca hay que perder el sueño, si lo haces con gusto, cariño y amor lo demás va llegando, si pierdes eso vas a tirar la toalla muy rápido y te vas a decepcionar.

“Puede que al principio de tu carrera no vayan a verte más que tus amigos y tu novia y después de 10 conciertos ni ellos, pero no hay que desesperarse y no tirar la toalla”.

La Gusana Ciega se presentará este sábado 1 de junio en el Gimnasio G2, ubicado en Santa Cruz Meyehualco, Iztapalapa, donde estará acompañada de Reyno para después seguir embarcados en su gira titulada “Borregos en la niebla” y llevar su sonido a Tlaxcala, Oaxaca, Ensenada, Tijuana, Zacatecas y Guadalajara

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