En la época de la televisión y cine por streaming, varias son las series de televisión que han visto afectado su racing, pero pocas como The Walking Dead, programa que enfrentó su peor caída en cinco años.
El pasado domingo los televidentes pudieron disfrutar del segundo episodio de la octava temporada de la historia sobre zombies, que fue el menos visto en cinco años.
Además, en cuestión de días, la serie perdió más de dos millones de televidentes en tiempo real, ya que el primer capítulo de la nueva entrega fue visto por 11 millones de personas.
Aunque algunos sugieren que la baja en audiencia pudo deberse a que al mismo tiempo en Estados Unidos se transmitían partidos de futbol americano y beisbol, expertos señalan que en 2016 el programa enfrentó rivales similares, pero no sufrió una disminución de esa magnitud.
La “agonía” de The Walking Dead no es un tema nuevo; como dimos de conocer en fechas anteriores, la crítica ya calificaba al show como “un producto aburrido que alarga tramas de manera innecesaria y que introduce personajes de relleno”.
Aunque muchos achacan el fenómeno de los bajos ratings a empresas como Netflix, series como Game Of Thrones, aún perteneciendo a un servicio de cable Premium, han demostrado que se puede seguir compitiendo.
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