No se necesita ser un audiófilo para darse cuenta de que el “Dark Side of the Moon” de Pink Floyd suena diferente si lo escuchas en YouTube, en un MP3 de tu iTunes, en un sofisticado aparato reproductor de CD o en formato de vinilo en un tocadiscos con un par de buenas bocinas. ¿O no?
Si eres parte de la “generación iPod”, tal vez esta diferencia en la calidad del audio te importa un carajo: lo que realmente te preocupa es tener a la mano la música que quieres, instantáneamente.
Juan Antonio Zertuche