El 10 de septiembre pasado, la justicia venezolana condenó a Leopoldo López, líder opositor al régimen de Nicolás Maduro, a 13 años de cárcel. La sentencia, trajo consigo críticas severas, domésticas e internacionales.
Muchos han condenado los hechos y aseguran que la mala fortuna de López obedece a motivos políticos.
Maduro apostó por encarcelar a su más acérrimo rival en un intento por acallar las voces que se oponen a su gobierno. No lo logró y empeoró las cosas para su causa.
Sergio Almazán